Es bien conocido que Salvador Dalí aparte de ser un artista genial era también un hombre muy ocurrente, dotado de una facilidad de expresión que convertía sus entrevistas en verdaderas joyas.
En 1977 Dalí fue entrevistado en el programa A Fondo, de Joaquín Soler Serrano. A continuación transcribimos una anécdota contada por el mismo Salvador Dalí en aquella entrevista:
Un día que fuimos a ver juntos, con Jean Cocteau (que tenía mucho de l’esprit français, el más refinado), fuimos a ver juntos el Museo del Prado, y al salir en el Ritz había una especie de conferencia de prensa, y preguntaron a Cocteau “Si se hubiera quemado el Museo del Prado, ¿qué hubiera salvado usted?¿qué se hubiera llevado usted?” Yo ya vi lo que iba a decir porque era un plagio de una cosa de un griego. Y dijo, mirándome a mí, sin decir eso (Dalí lo puede hacer mejor) “pues yo me hubiera llevado, hubiera salvado el fuego”. Y se quedó mirándome.
Entonces, naturalmente, los periodistas me dijeron “Y usted, señor Dalí, ¿qué se hubiera llevado? ¿qué hubiera salvado?” Entonces yo, como soy un poco teatral, hice que reflexionaba un poco (yo lo tenía pensado) y dije “Pues Dalí se llevaría nada menos que el aire, y específicamente el aire contenido en Las Meninas de Velázquez, que es el aire de mejor calidad que existe”. Y naturalmente, como que el fuego no es un elemento pictural y el aire es el protagonista de la pintura, el propio Cocteau cogió dos pajas de cóctel y se las puso en forma de bigote inclinando la cabeza.
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