El dadaísmo nació en 1916 en el Cabaret Voltaire de Zúrich. Se afirma que su nombre fue elegido al azar por Tristan Tzara al abrir un diccionario. Y es que el dadaísmo es eso: azar, caos, oposición al orden establecido. Fue un movimiento que no solo se limitó a la pintura, sino también a la escultura, la literatura y la poesía.
Si bien el dadaísmo comenzó en Europa, pronto se trasladó a Nueva York con la llegada de Marcel Duchamp y Francis Picabia como refugiados tras la Primera Guerra Mundial. Allí se encontraron con Man Ray y Beatrice Wood.
El dadaísmo en el arte no estuvo limitado solamente a la pintura, también hizo uso del fotomontaje, el collage, y el ready-made, es decir, objetos ya existentes, encontrados y declarados como obras artísticas, como es el caso del famoso orinal que Marcel Duchamp tituló como La Fuente y envió a la Sociedad de Artistas Independientes en 1917.
Este movimiento no solo buscaba manifestarse a través de la creación artística sino también a través de acciones cotidianas. Ser dadaísta era vivir en contravía, escandalizar a la burguesía e interrogar a la sociedad sobre sus valores preestablecidos.
Aunque fue un movimiento de corta duración, su influencia en los estilos artísticos posteriores es innegable: el surrealismo, el pop art, el street art, todas estas corrientes continuaron explorando los principios de los cuales partió el dadaísmo.
Características del Dadaísmo
- Exaltación de lo absurdo por encima de lo racional.
- Ruptura con la tradición artística y búsqueda de nuevas formas de creación.
- Oposición a las reglas establecidas.
- Utilización del escándalo como medio de expresión.
- Uso del humor y el sarcasmo.
Principales Representantes
Los principales representantes del dadaísmo son:
- Marcel Duchamp
- Jan Arp
- Max Ernst
- Man Ray
- Francis Picabia
- Hannah Höch
- Kurt Schwitters