El Caminante Sobre el Mar de Nubes de Caspar David Friedrich es una de las obras maestras del romanticismo. Fue pintada en 1818 y nos muestra a un hombre de espaldas, de pie sobre una roca, contemplando un paisaje montañoso cubierto de bruma. Este hombre, envuelto en un abrigo oscuro y apoyado en un bastón, representa al ser humano enfrentado a la inmensidad de la naturaleza, un tema recurrente en la obra de Friedrich.
El paisaje que se muestra en esta obra, corresponde a la Suiza de Sajonia, donde Friedrich estuvo refugiado por la causa de las guerras napoleónicas.
Los colores de la pintura son fríos, las nubes están pintadas con tenues trazos azules y rosa que se oponen a la dureza de la roca. También podemos apreciar el fuerte contraste entre un primer plano oscuro y un fondo claro y difuminado. En esta obra el paisaje es más que una metáfora y el espectador puede adivinar los sentimientos que surgen en la figura de espaldas ante su contemplación.
Caspar David Friedrich fue uno de los máximos representantes del romanticismo, un movimiento que surgió como una reacción al pensamiento de la ilustración y el neoclasicismo. El romanticismo reivindicaba el subjetivismo, el mundo de los sentimientos, la nostalgia de los paraísos perdidos.
Es así como El Caminante sobre el Mar de Nubes, nos transmite uno de los principales temas del romanticismo: el éxtasis del ser humano ante la belleza de lo sublime.
