“El color me posee, no tengo necesidad de perseguirlo, sé que me posee para siempre… el color y yo somos una sola cosa. Yo soy pintor” Paul Klee
A Paul Klee no lo define ningún movimiento, lo define su forma de ver el arte, en sus propias palabras: “El arte no reproduce lo visible, hace lo visible”. Con esto se desprende totalmente de la figuración y entra a la construcción de una realidad propia.
Paul Klee nació el 18 de Diciembre de 1879, era hijo de un profesor de música y esto lo llevó a estudiar música en la academia de Munich. En 1911 Wassily Kandinsky y Franz Marc forman el grupo expresionista conocido como “Blaue Reiter”. Klee entra en contacto con ellos y aunque no perteneció oficialmente a dicho grupo, participó en varias de sus exposiciones.
Klee tuvo que participar como soldado en la Primera Guerra Mundial, ya que era ciudadano alemán. Posteriormente se vincularía con la Bauhaus y la Academia de Düsseldorf, donde se desempeñó como profesor, hasta que los nazis calificaron su arte como “degenerado” y tuvo que exiliarse en Berna en 1933. Paul Klee falleció el 24 de Junio de 1940 en Muralto, Suiza.
La obra de Klee fue influenciada por el expresionismo, el cubismo y el surrealismo, sin embargo su creación trascendió todos estos movimientos y se convirtió en una interpretación muy personal del mundo. Sus más de 9.000 pinturas son una muestra de su pasión y compromiso con el arte, sin mencionar sus escritos que son verdaderos tratados sobre el arte moderno.