El Bufón El Primo es uno de los retratos de bufones más reconocidos, entre los elaborados por Velázquez. Representa a un hombre pequeño sentado, que mira de forma directa y profunda al espectador.
Sin duda una de las características más admiradas de Velázquez es su capacidad de captar la esencia de sus personajes y el gran respeto con el que los representaba sin importar su rango o condición social.
Tradicionalmente el personaje de esta pintura fue identificado como el bufón don Sebastián de Morra, pero recientemente se ha comprobado que realmente corresponde al bufón el Primo, quien acompañó a Felipe IV en 1644 a Aragón.
El espacio en que se ubica el personaje carece de mayores detalles, lo que configura una composición que nos permite concentrarnos en toda la fuerza psicológica del personaje.
La pintura fue elaborada sin un dibujo previo, con una pincelada suelta que hace que tanto el rostro como las manos se vean un poco desdibujados. Tiene un exquisito uso del color, como podemos apreciar a través del contraste entre el verde de las vestiduras, el ocre del fondo y el rojo de la chaquetilla.
Los detalles de los encajes y las bordaduras fueron agregados sobre las otras capas de pintura con una pincelada muy expresiva y precisa, que una vez más nos demuestran la maestría de Velázquez a la hora de poder representar mucho con unas cuantas pinceladas.
Esta pintura de Diego Velázquez se encuentra actualmente en el Museo del Prado, en Madrid, y nos muestra una vez más la increíble capacidad de Velázquez para acercar sus personajes al espectador: en una época donde los bufones y enanos de la corte eran vistos como un entretenimiento, Velázquez los retrató de una forma digna y humana.
